Desde hace un tiempo, hemos notado que un perfil específico de personas acude a nuestras instalaciones con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Principalmente, se trata de mujeres de entre 50 y 70 años, muchas veces por recomendación médica. En @zona3fitness, esto nos llena de alegría.
Estamos presenciando un cambio en la escala de valores y en la forma de entender la salud en nuestra sociedad. Tradicionalmente, el entrenamiento de fuerza se asociaba con el ámbito deportivo y era practicado principalmente por atletas para mejorar su rendimiento. Pero, ¿acaso no buscamos todos mejorar nuestro rendimiento en las actividades cotidianas?
Acciones como subir y bajar escaleras, levantarse de una silla, tumbarse y levantarse del suelo, o desplazarse, también requieren un mejor rendimiento. Por ello, es fundamental entender que el entrenamiento de fuerza tiene la capacidad de mejorar la salud y la calidad de vida, contrarrestando eficazmente los cambios biológicos que afectan a esta población.
Lo más importante es que el entrenamiento de fuerza, cuando es diseñado y supervisado por un profesional del ejercicio, garantiza una práctica segura, eficaz y óptima, evitando cualquier tipo de lesión. Al final hablamos de #calidaddevida y para ello un cuerpo debe estar lo más #fuerte posible.
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